MINIRESEÑA: El Emperador Idiota de Kapuscinski
El concepto mismo de un imperio ya no encaja en nuestro entendimiento moderno de Estado y gobierno. La historia nos ha hecho ver que las tendencias expansionistas de los grandes líderes militares y políticos del pasado llevan a derroches ineficientes, catástrofes de derechos humanos y a guerras estúpidas. Por lo tanto, la imagen del poder imperial que ostenta riqueza, territorio y gloria militar nos parece lejana, remitente a la Edad Media o a ficciones distópicas como el imperio galáctico de Star Wars. Publicado en 1978, el libro trata sobre la burda maquinaria de la Corte Real de Hailee Selassie, años antes de que su imperio cayera. Kapuscinski describe un sinfín de realidades que se alimentan entre sí para crear una imagen merecidamente periodística del cuerpo gubernamental del Ras Tafari.
La obra es muchas cosas a la vez: instrumento de Kapuscinski para burlarse del absurdo de un emperador zoquete y analfabeta; recopilatorio de sus propias memorias como alienígena en etiopía (que no hacen menos el carácter periodístico del texto) y un trabajo narrativo con pretensiones de mostrar una realidad política. Además, en subtexto, habla sobre su propia realidad como polaco que vivió el período de gobierno de facto de Edward Gierek. En este sentido, Kapuscinski aprovechó su situación para hacerle bypass a la censura del medio para el que trabajaba, escribiendo bajo y sobre el agua acerca de dos realidades símiles pero distantes. Por supuesto, todo esto depende del lector. La virtud más brillante de Kapuscinski es su respeto por la inteligencia de sus lectores.
BMM.