RESEÑA: Animal Well y el triunfo del secreto
El juego no te explica nada. Te pide que explores y descubras bajo sus términos, no los tuyos.
Animal Well es una de las experiencias más extraordinarias que uno puede vivir con un control en las manos. Publicado el 9 de mayo de 2024 sobre los hombros del recién nacido publisher Bigmode, esta es una de esas piezas especiales que desafían los límites de lo que un videojuego puede ser capaz de ser en su condición interactiva. Animal Well no tiene ínfulas de grandeza ni se adorna con pretensiones insulsas. Ninguna de sus mecánicas son necesariamente revolucionarias en su género. Animal Well incentiva la exploración en un entorno de confusión constante. El juego no te explica nada. Te pide que explores y descubras bajo sus términos, no los tuyos.
Es difícil describir la ambientación del juego. Es muchas cosas a la vez, y sin embargo se siente unificada, completa y desarrollada hasta sus últimas consecuencias. Estás completamente solo en un entorno que es tan surrealista y mágico como terrorífico. Es uno de esos juegos que exige orgánicamente de tu atención. En ocasiones, Animal Well parece ser consciente de sí mismo a través del diseño de su único desarrollador: Billy Basso. El juego es más profundo de lo que aparenta a primera vista y parece siempre tener varias cartas bajo la manga, cada una más críptica e indescifrable que la anterior. Cuesta trabajo reseñarlo, porque mientras menos sepas de él antes de jugarlo, mejor.
Animal Well es un metroidvania. Es un juego sobre exploración, descubrimiento, puertas, llaves, cerrojos, herramientas e ítems. Sin embargo, hay una característica que lo distingue completamente de cualquier otro juego del género: Animal Well no tiene mecánicas de combate. Esto no significa que sea un juego pacífico, ni mucho menos sencillo. En cambio, significa que a pesar de operar bajo las mismas reglas que clásicos como Super Metroid y Castlevania: Symphony of the Night, Animal Well funciona con engranajes completamente diferentes. Tu ingenio es lo único que tienes para defenderte de los horrores al fondo del pozo. No tienes muchas herramientas, pero puedes usarlas de muchas formas diferentes para navegar los acertijos y los peligros del mapa. En este sentido, Animal Well es un juego minimalista que no sacrifica la profundidad por la simplicidad de sus mecánicas. De hecho, si por algo es notable es por su prodigiosa profundidad. Si quieres terminar el juego, puedes hacerlo en una noche. Pero si quieres adentrarte hasta los bordes de la enfermedad, puedes dedicarle más de 100 horas a descubrir sus secretos más ocultos.
Este juego no tiene defectos incómodos. Corre extraordinariamente bien, sus gráficos son preciosos y el archivo pesa menos que la imagen de una pluma. A veces es difícil definir si el acertijo que estás resolviendo es importante para la progresión del juego o si es parte de la búsqueda de coleccionables opcionales, pero esto rara vez resulta decepcionante. Por el contrario, la ambientación de Animal Well te hace envolverte en su mundo y en sus confusos detalles.
El juego recupera sensibilidades infantiles. Jugarlo por primera vez me llevó a sentir lo que debió ser explorar el mundo real por primera vez. Confuso, terrorífico, mágico, frustrante y satisfactorio. Es un rompecabezas multidimensional que sabe jugar con tus expectativas tanto como tú disfrutas descubrir sus detalles más escondidos. Animal Well celebra uno de los elementos más bellos de los videojuegos: el secreto. El juego es un misterio, y por muchas veces que lo termine, sigo sin descifrar qué es lo que intenta decirme. Lejos de ser malo, esto lo convierte en una joya contemporánea que existe junto a todos los demás grandes clásicos del medio.